El año 2011 está llegando a su fin y muchas sorpresas musicales vinieron inmersas en él, re-masters y box sets como el “Discovery” de Pink Floyd, nuevos álbumes como el “Black and White America” de Lenny Kravitz, el “I’m With You” de los Red Hot Chili Peppers o el “The Sea of Memories” de Bush; lanzamientos de bandas que nadie imaginaría que podrían llegar a fusionarse como es el caso del experimento realizado entre el maestro Lou Reed de Velvet Underground y Metallica llamado “LuLu” (para muchos difícil de digerir), entre otros.
Sin lugar a dudas, las obras de arte auditivas son muchas durante estos últimos meses y varias de ellas merecen que les sean atribuidos premios, elogios y demás títulos posibles, pero entre todas ellas existe una maravilla que sobresale, un gran lingote de oro con incrustaciones de diamantes que es más visible entre el resto del tesoro, una genialidad del rock comercial, uno de esos álbumes que te quieres devorar completo, que no tiene track malo y que desde que lo conocí no ha dejado de decirme que es lo mejor que se ha lanzado este 2011, se trata del exquisito “Wasting Light” de una de las bandas contemporáneas más grandes del planeta, los “Foo Fighters”.
Por solo US$ 10.50 me lleve a casa este pequeño proyectil cargado de rock. De entrada te dejas encantar con el arte de su portada, es una imagen simple y muy bien labrada que lleva las caras de los integrantes de la banda y esta vez incluye al señor Pat Smear, a quien ya titulan dentro de la alineación de los Foo nuevamente después que decidió dejar la banda en 1997 y ahora está de vuelta.
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Se que varios lo saben, y más aún los seguidores de esta agrupación, pero para quienes no, les cuento que este disco fue grabado en el garaje de la casa de Dave Grohl (vocalista y fundador), pero eso no es todo, la realización del disco se hizo en formato análogo en su totalidad, sin usar un solo computador y en cambio si retomando el uso de consolas y equipos de antaño, incluso la mezcla se hizo en cintas como lo hacían las bandas de hace décadas, lo que le da un color distinto al sonido de la banda y además le envuelve en un encantamiento único.
Al abrir esta caja de cartón reciclable y no contaminante (modalidad en la que muchas bandas de rock prefieren lanzar sus álbumes) me encontré lógicamente con el disco, y con un pequeño cuaderno que trae algunas imágenes de la banda en la misma paleta decolores de la portada pero… ¡oh sorpresa! Cuando hojeaba una parte del cuadernillo calló sobre mis pies un extraño elemento, un pequeño trozo de plástico negro-grisáceo, algo que parecía no ser parte del álbum – «¿Qué puede ser esto? ¿Un error al empacar el disco?»- pensé dentro de mis ininterrumpidas ansias de meter el CD en mi reproductor y ponerlo a todo volumen, – «Ok, lo dejaré por ahí» – me dije al instante.
El disco empieza con una de mis favoritas, la gran “Bridge Burning” cargada de más de 3 líneas de guitarra y con varios detalles descrestadotes de parte de su baterista Taylor Hawkins que hace creer que se trata de un pulpo quien se encuentra tocando, y con tantos matices en todos sus instrumentos que de entrada me hicieron decir “¡Estos tipos crearon a un monstruo musical”.
El segundo track se trata de “Rope” popular ya por ser una de las canciones abanderadas para publicitar a este fenómeno discográfico, para mi su encanto está en el solo, pues los Foo Fighters no tienen muchos en sus trabajos.
Por tercera está “Dear Rosemery”, encantadora y llena de ese rock básico estilo Foo que fácilmente puede remontarte al “Nothing Left to Lose”, además de contar con la participación del gran músico norteamericano Bob Moulden en ella.
El cuarto track es una bomba nuclear, sin duda se encuentra fuertemente influenciada por Lemmy Kilmister de Motörhead quien participa en el video de la canción y quien le dio un tinte heavy a “White Limo”, una canción de esas que te hacen dar ganas de patear cosas, saltar y mover la cabeza hasta que termine.
“Arlandria” se llama la número 5, esta me recuerda más la época de su “One by one” y los cambios que la marcan te incitan a corear “You are not me… Arlandria, Arlandria!”
El corte 6 lleva por nombre “These Days” una de esas canciones clásicas de los Foo Fighters que empiezan muy tranquilas y gradualmente te van regalando energía de a poquitos.
En séptimo orden encontramos a “Back & Forth”, una canción que suena muy a lo que hacía Grohl en sus inicios con los Foo Fighters, un grunge-rock lleno de riffs distorsionados y una lírica de esas que se prestan para muchas cosas.
La número ocho se llama “A Matter of Time”, una de esas canciones que tiene un sonido muy de los 90’s y que sin lugar a dudas tiene el sello de esta banda, suena a ellos, a nada más, nada se le parece.
“Miss the Misery” es la número 9, encantadora, con una lírica mejor que el titulo mismo, una buena dosis de rock y con una de esas segundas voces que armonizan tanto a tal punto de enamorarte el oído.
El penúltimo corte se llama “I should haveknown”, esta canción cuenta con varios aspectos que la enriquecen, además de ser una de esas composiciones impecables de Dave y llena de sentimentalismo, cuenta con la participación de el señor Chris Novoselik (ex -nirvana) en el bajo y en el acordeón (otro de los instrumentos que toca Chris) y mantiene una base sobre violín y cello, lo que la hacen para mi una de las mejores canciones del álbum.
“Walk” es el final del camino, esta obra acaba con una de las canciones más comerciales que tiene, ya conocida por el video que hicieron de ella en el que parodian a la película “Falling Down”(En Latinoamérica: Un día de furia), esta es una de las melodías que sin duda se canta más fuerte en sus conciertos y cierra con broche de oro el que para mí es el mejor álbum de rock comercial del 2011 y el mejor disco que los Foo Fighters han sacado en toda su carrera.
Vale la pena tener este álbum, sin duda es una pieza que todo amante del rock debería tener.
¿Recuerdan el pequeño trozo de plástico negro? Pues bien, dentro de mi afán por escuchar el disco olvidé leer todo lo que la portada decía, y en uno de las esquinas se encuentra consignado: “A pice of the original master tape included in this package” (Una pieza de la cinta original del master está incluida en este paquete), yo desconocía en absoluto que los Foo Fighters decidieron recortar ellos mismos las cintas que usaron a la hora de grabar en la casa de Dave Grohl y poner los pedacitos en 1000 copias de su álbum, y pues resultó que yo soy uno de los afortunados que tiene uno de esos pedacitos de cinta original, ¡De la casa de Grohl a mi casa!
De mi puño y letra.
Guanaweb
– Artículo originalmente públicado en The Band of The Day –
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